Consumo privado alcanza récord en el primer trimestre
El consumo privado ha marcado un hito en el primer trimestre de 2025, alcanzando su valor más alto desde que el INDEC comenzó a recopilar datos en 2004. Sin embargo, este incremento no se ha visto acompañado por un crecimiento en la actividad económica ni por una mejora significativa en el empleo y los salarios. Analistas apuntan a la apreciación del peso y al auge de las importaciones como factores clave detrás de esta tendencia.
A pesar de estos números positivos, es importante destacar que, en términos per cápita, el consumo no ha logrado superar los niveles del primer trimestre de 2018 y se sitúa casi un 2% por debajo del máximo alcanzado en 2013. Además, se debe considerar la metodología empleada por el INDEC para medir el consumo, lo que puede influir en la interpretación de estos datos.

El consumo presenta ganadores y perdedores
El 55% del consumo privado se compone del gasto en bienes, destacándose los alimentos (28%), seguidos por medicamentos, químicos y combustibles. El 45% restante se destina a servicios, incluyendo gastronomía, alquileres, servicios financieros, salud, telecomunicaciones y más. Esta distribución revela un panorama complejo, donde las grandes cadenas de retail enfrentan desafíos al competir con promociones que cubren más del 70% de los productos vendidos.
Dólar barato y apertura comercial: factores que explican el consumo récord
El economista Martín Carro señala que la elevada cifra de consumo sorprende, ya que muchos no consideran que el INDEC mide el consumo de residentes, lo que incluye gastos en el exterior, como viajes y compras en plataformas internacionales. Esto significa que, aunque el consumo de bienes aumente, no necesariamente refleja un dinamismo en la economía local.
El consumo récord no se traduce en un PBI récord, pero sí coincide con importaciones también récord. Entre enero y marzo, las compras al exterior representaron un 32% del PBI, el valor más alto en 135 años. Muchos especialistas advierten que el incremento en el consumo es impulsado en gran parte por el aumento de las compras externas, evidenciando una desconexión entre el consumo y la generación de empleo.
Los bienes durables traccionan la mejora del consumo
El INDEC mide el consumo agregado sin ponderaciones, lo que significa que los bienes y servicios de mayor precio tienen un impacto mayor en las estadísticas. Juan Graña, economista, destaca que la compra de bienes durables, como autos y electrodomésticos, se ha incrementado, beneficiando a un segmento de altos ingresos que disfruta del abaratamiento de estos productos debido a la sobrevaluación del peso. Sin embargo, este crecimiento no se traduce en mejoras en el mercado laboral, que sigue estancado.
Según un informe de la consultora Moiguer, las ventas de bienes durables, el turismo emisivo y las importaciones de bienes de consumo están en aumento, mientras que las ventas en supermercados han disminuido. Esto sugiere un perfil de consumo expansivo, pero con una marcada desigualdad, ya que la población de ingresos medios-altos parece ser la principal beneficiaria de este crecimiento.
Dualidad en el consumo: ¿un reflejo de una mayor desigualdad?
Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar, afirma que el aumento en el consumo privado se debe, en gran medida, a las compras de bienes durables, facilitadas por crédito y la apertura comercial. Sin embargo, también destaca que el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, no ha mostrado cambios significativos en 2024, lo que sugiere que, aunque el consumo de bienes durables está en aumento, no necesariamente implica un incremento en la desigualdad.
Es evidente que la política cambiaria y comercial del gobierno tiene un impacto significativo en el patrón de consumo actual. Los analistas señalan que, aunque el consumo está en aumento, es crucial seguir monitoreando la dinámica del mercado y la economía en general para comprender mejor las implicaciones de estos datos.